Me pareció ver un lindo huttito

Ya salió y qué bien y todo eso y ya pasó menos mal. Ninguno albergaba esperanzas serias acerca de su calidad, pero aún así el trago fue, más que duro, calcáreo. He aquí la broma oficial del año, las Clon Guars.

Hace ya varios años que un tal Lucaaaarl, de nombre Georgie Hernandes, secó a la gallina de los huevos de oro sacando la primera, o segunda, o, bueno, ya sabes, la que viene después pero la pones antes, la... "Otra" Trilogía de Estar Guars, o como me gusta llamarla, "¿Pero qué mierda es esto?". Supongo que cabrear a media comunidad friki mundial compensa si te has sacado pasta como para empapelar el Golden Gate con billetes de 100. Una vez cerrado el círculo con "La Revenga de los Siz", todos respiramos tranquilos a sabiendas de que no nos la iban a clavar cuadrada con otra ñorda de ese calibre.

El caso es que Georgie Lucaaaarl ha vuelto a la carga. En este punto hay que avisar a las adolescentes del "Mundo Civilizado" que el Putoniño no será interpretado por el Jaiden Cristenchen, es más, todos los personajes estarán interpretados por... polígonos. Así es, después de pasarle el guión a Christopher Lee (éste sí se merece que lo escriba bien) y al Obi Guan (no me acuerdo de cómo se llama), y de que éstos lo definiesen como "Una chorrada aún mayor de la que nos tiene acostumbrados el gafitas de la camisa cuadros ostia ya", decidieron hacer la peli entera por ordenador, aunque, pensándolo bien, tampoco cambia mucho frente a las otras tres. Pero me voy por las ramas, joder, cómo me gusta oírme, así que paso al chist... esteeeeee... la peli en cuestión.

Dicho sea en su favor, la cosa iba avisando desde el principio. Decir que el anuncio de "Zohan, licencia para peinar" fue mejor que el comienzo de la peli, es ir anunciando a gritos lo inevitable. De primeras, llegas y te sientas, y te consuelas pensando que, al menos, John Williams te va a forniciar auditivamente con su banda sonora. Claro, lo piensas, hasta que escuchas el principio y te encuentras con que han cogido la música de las otras pelis y la han puesto en MIDI.

Empieza la peli, con sus primeros veinte minutos, que son como jugar una partida enorme al Battlefront. Clones muriendo a cascoporro, jedis con el God Mode ON y robots a mansalva. Aquí aparece un nuevo tipo de clon, el Clon Ninja (¡soy un ninja, no podéis verme!), que es un pavo con dos pistolas que pasa de las armas y se lía a mamporros con robots de acero inoxidable, gran táctica. En esta etapa, además, el director se interna en la psicología de los androides de combate, quienes, fuera del tópico en que las otras películas los habían inmerso, no son estúpidos, sino unos verdaderos cachondos mentales que sueltan frases ingeniosas justo antes de morir y cosas por el estilo. Por otro lado los clones no hacen una puta broma a derechas, y uno se plantea cómo llegaron a ganar la guerra siendo tan tremendamente estirados.

Pasada la vorágine del principio, alguien inteligente rebobinaría de nuevo, y alguien aún más inteligente cambiaría de canal, pero como servidor fue lo suficientemente estúpido como para ir la cine a verla, cualquier opción de este tipo me estuvo vetada durante todo el visionado. No me quedó otra que seguir mirando.

¿Os acordáis de Jabba el Hutt, el gusano híperdesarrollado al que todos agradecemos que pusiese el bikini de hojalata a Carrie Fisher en 1983? Pues adivinad quién tiene un hijo (Que sea Flanders, por favor, que sea Flanders...). Vale. Ahora imagináos cómo ha podido hacer ese hijo. Cuando volváis del baño seguimos.

Pues el caso es que los malos malísimos se lo secuestran, y llega Putoniño con su nueva aprendiz, que tiene dos hostias bien dadas la niña, y lo tienen que rescatar. Aquí la niña, que tiene dos incipientes teticas ya y una espada láser del copón, marca lo que en una peli decente se podría llamar "la nota humorística del filme". Llama a su maestro "Eskayguay" (ocurrente), dibuja gatitos en las armaduras de los clones y todo lo dice con diminutivos ("Oh, maestro Eskayguay, un robotito de combate acaba de lanzar un misilito que va a destruir la nosequé, a tu derechita... ¡La otra derechita!"). Bueno, el caso es que la niñata y el Putoniño se lían a menear los palitos de colores, como diría Somófrates, se cargan la huevada de robotitos, rescatan al huttito, le dan de leches a una señora calva que aparece a darles cera, e incluso dejan entrever un rollito profe-alumna en plan Física o Química, sólo el tiempo lo dirá; ganan los buenos y todos contentos.

Mientras tanto... pues... los otros... Obi Guan... pero... pero... ¡¡¡si es que no tiene más!!!

Pues hale, a chuparla.

Mi nota, ni llega a Puta Mierda. Ni para un post decente da, cagondiós.

Id a verla.