Ni de ellas...
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2. Pedirle opinión a él: una manera de afianzar tu voluntad.
3. Salir a pasear: prueba de resistencia. Compra o muere.
4. Mando a distancia: el gozo del poder.
5. Hora de la cita: cifras orientativas.
En realidad ya lo sabías. Siempre lo has sabido. Si quedas a las nueve con ella en el restaurante, SABES que no va a estar allí a esa hora. Y, sin embargo, caes una y otra vez en su trampa. ¿Cuándo vas a aprender? La respuesta es: NUNCA.
Pero no desesperes. Para ti, amigo, tengo la solución:
i) No reserves mesa.
ii) Queda con ella a las 9 en el restaurante.
iii) Ve directamente a su casa a las 9:30. ella se estará "arreglando".
iv) Dile como excusa que llevas esperando un rato en el restaurante y estabas preocupado por ella.
v) Saldréis a las 10 de casa.
vi) Llegaréis a las 10:30 al restaurante. "Es culpa de estos tacones", dice ella.
vii) No os darán mesa. "Ya hemos cerrado cocina"
viii) Plan alternativo: a casa a follar. ¡CONSEGUIDO!
6. Desconocidas: maniquíes andantes.
Está bien claro: cualquier desconocida de cuerpo exuberante que aparezca por la misma acera que vosotros es un elemento agresivo y como tal tiene que ser criticado. Eso es un hecho inevitable, hecho y consecuencia. Sin embargo, es tu deber cumplir tu parte para evitarte males mayores. He aquí lo que debes hacer:
i) Ante la pregunta "¿Has visto a ésa?", debes fingir confusión y responder rápidamente "¿A quién?". NUNCA, repito, NUNCA se debe decir "No", ella lo espera y sabrá que mientes, ella huele el miedo y la líbido, te encuentras ante un instinto cancerbero aguzadísimo.
ii) Cuando comience a despotricar de ella, cierra la boca; es lo mejor que puedes hacer. Recuerda: cuanto menos hagas, menos la cagarás.
iii) Dale siempre la razón, sólo cuando ella pida tu opinión.
iv) La frase "Tú eres la única que atrae mi mirada" puede parecer una tontería, pero funciona. Recuerda que en estas situaciones ella sólo responde a estímulos básicos, las cursiladas harán mella.
7. Conocidas: putas todas.
Toda mujer que se te acerque a menos de cinco metros es un enemigo en potencia, y la bronca te la vas a llevar tú. Solución para esto: NINGUNA. Te jodes y a tragar.
8. Amigos: inofensivos y/o gays.Sí. Por supuesto, el punto anterior no es reversible. Lo dicho, te jodes y a tragar.
9. El período y la jaqueca: epidemias.Increíble, ¿verdad? Tú la mantienes saludable con tus delicias culinarias ("Cariñooooo, hoy hago yo la cena, ¿dónde está la cocina?"), y en el momento en que le deleitas con tu exuberante cortejo pre-acto sexual, aparecen los dos males más destructivos y frustrantes a los que jamás te hayas podido enfrentar. El período es fácilmente predecible (el de verdad, al menos), pero si a ella se le pone en los ovarios que hoy no te comes un rosco, no tienes absolutamente nada que hacer. ¡Cinco contra uno!
...Siempre la puedes drogar, no sé...
10. Mi chico: fontanero, peón, escayolista y carpintero. IKEA y Bricomanía.
¿Fe en ti o racanería? Nunca estarás seguro, amigo mío. Pero asúmelo. Tendrás que aprender a arreglar retretes, montar estanterías, lijar mesas, cambiar los putos manguitos del lavabo, y todo con ella detrás dándote indicaciones. "¿Seguro que eso va así?". NO, CLARO QUE NO, tremendísima cabrona. Soy un puto funcionario al que tienes trabajando como peón por una puta limonada y un rato de cariños luego en el sofá a la hora de la sobremesa. Como no te sale de los ovarios llamar a un maldito fontanero de verdad, ahora nos arriesgamos a que nos llueva mierda por la ducha, pero tengo que hacerlo o me tendrás sin echar un polvo EL RESTO DE MI PUTA VIDA.
No, en realidad la única respuesta que das al final es "Creo que sí, mi vida; si no, lo volveré a arreglar".
11. Ropa blanca y de color: el engaño de la simplicidad.La lavadora: ese gran desconocido. Y ella te hunde aún más en la mierda diciéndote "¿Pues no está ya bastante claro? ¡Blanco! y ¡de color!". Pero a ver, ¿no es el blanco un color? Y, si es el cesto de la ropa blanca, ¿por qué pones también los calcetines negros? ¿Y la ropa a rayas blancas y azules, dónde va? ¿Por qué los calzoncillos azul oscuro se meten en el de la ropa blanca? Y, especialmente, ¿por qué cuando preguntas a cuál de los dos cestos va una prenda, si blanco o de color, no mira la prenda sino la etiqueta? ¿Qué significado tienen para ella los extraños símbolos de las etiquetas de las camisetas, que tú no eres capaz de descifrar? Éste es ciertamente un mundo complicado, acerca del cual sólo podemos imaginar...
12. Teléfono: yo cotilleo, tú pagas.
Así es. ¿Por qué la factura siempre va a tu nombre? Si sólo usas el teléfono para llamar a Telepizza cuando ella no está. ¿Y ella? Ella vuelve del trabajo y se pone al teléfono... ¡con su compañera de oficina! ¿Lo entiendes tú? Es reconfortante, sobre todo, cuando estás en el sofá viendo la tele, ¿eh?, y llega ella, coge el inalámbrico y se pone a hablar a voz en grito a tu lado. ¡A tu lado! Y llegas, le das un toque en el brazo, y ella te suelta "¡¡¡Shhhhh!!!", y te espanta con la mano libre como a una mosca cojonera. ¡Y coge el mando y le quita el volumen! ¡A STALLONE! ¿Pero qué coño...?
Y hasta aquí el volumen 1. Próximamente...
...SERÁ EL TURNO DE ELLAS.
8 comentarios:
Conclusión:
Si no quieres vivir mal, no te vayas a vivir con ella, y punto.
"Ése no, era otro..." / Plan alternativo / Te jodes y a tragar / ¡Cinco contra uno! x'DDDDDD
Que buenos estos tochacos de posts, me encantan
Tan reales como la vida misma :D
Pececito: sería aún peor sin ellas, te lo aseguro.
Pako: gracias ^_^.
¡ENOOOORME! ¡PREMIO A LA ENTRADA DEL AÑO YA!
Real y desgarrador a partes iguales, como las orcas despedazando foquitas en la orilla de la playa...
Hagas lo que hagas estas jodido, esa es la máxima, jejejeje.
Zurdo dijo...
Pececito: sería aún peor sin ellas, te lo aseguro.
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Entonces no os quejéis pijo xDD
¿Quién se queja?
Yo ilustro objetiva e imparcialmente.
Publicar un comentario al viejo estilo
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