Sin muchas presentaciones, abro la veda de una futura sección para este blog que espero que guste: se titula "Hombres a los que amamos", e intentará reflejar el cariño que se le tiene a ciertos estereotipos de personajes informáticos, que vemos reflejados en alguien en algún momento de nuestras vidas, y que nos brindan las anécdotas más divertidas de los pasillos de la facultad.
Comenzamos hoy con una sub-clase peculiar... Una que en concreto pertenece a la familia de los Homo Slacker-habilis, y aunque el nombre real de los miembros de la especie lo desconocemos, a la mayoría los llamamos Lazy, alias Man-With-No-Soul, alias Un_Dia_Coge_Una_Escopeta_Y_Nos_Mata_A_Todos...
Este tipo de ejemplares arrastran silenciosos los pies por nuestros pasillos, con cara de complemento circunstancial de plato, sin dirigirse a mortal alguno (sólo se les ha visto saludar a la máquina de cafés). Es habitual encontrárselos frente a algún monitor bolsa de patatas en mano... y una de sus actividades favoritas es sorprender a los presentes con sonoros eructos a intervalos de tiempo aleatorios. Conocen todos los juegos flash existentes (gracias a la conexión a internet que nos ofrece la universidad), y gustan de celebrar animadamente sus victorias en los mismos...
Solamente con estos datos, merecen nuestra etiqueta de gran reserva, de especie protegida, pero cruzan la línea entre un friki cualquiera y un hombre al que amamos en el momento en el que alguien adopta el rol de la especie, protagonizando una de las escenas más interesantes de las últimas semanas, y el mito Lazy se engrandece.
En un laboratorio cualquiera de la facultad de informática, un viernes por la tarde, con un grupo de personas ultimando unas prácticas y un Lazy en primerísima fila frente a su monitor, dándoles a todos la espalda... cual es la sorpresa de los presentes, cuando alguien se fija en el contenido del TFT de este elemento y en silencio comienza avisar a los demás (evitando así que el Lazy se percate de que le están mirando). Tras el aviso, imagínense la escena: todo el laboratorio (mujeres incluidas) permanece atento a los clicks del especimen... que se debate entre una amplia variedad de links de contenido pornográfico: con el personal con las manos en la cabeza y boquiabierto, pues ¡jamás vieron a nadie tan diestro pinchando jpegs de poyas metiéndose en culos!.
Y lo mejor es que nuestro hombre no se deleita con ninguna imagen en particular, él ve porno como quien lee los resultados de fútbol en www.marca.es, sin apenas interés, rascándose la cabeza de vez en cuando y buscando a su equipo favorito... ¡durante al menos 2 minutos! pero la historia termina con nuestro ejemplar dándose cuenta de que se ha convertido en el protagonista del laboratorio, y cerrando nerviosamente todas las ventanas para marcharse de allí avergonzado, intentando buscar... quizá un laboratorio vacío, quizá el cuarto de baño más cercano.
Evitemos estas escenas en las facultades... ¡Hagamos donaciones via paypal para que todos los Lazy puedan tener conexión en casa!
CONTINUAR LEYENDO...
VOLVER ATRÁS...