Críticas fuera de lugar: Godzilla (2014)
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La cosa empieza así: resulta que hay un temblor en las Islas Filipinas, encuentran un huevo eclosionado enorme en una excavación y rastros de una criatura enorme yendo hacia el agua. ¿Será Godzilla pequeñico? Bueno, bueno, enseñando rastros y creando hype. No está mal.
Poco después, movidote en una central nuclear japonesa. La fisión del núcleo famosa de Homer. ¿Será Godzilla ya? Puede ser pero, de nuevo, no hay nada que ver. Mira, aquí hubiese sido buen momento para enseñar aunque sea una pateja de bicho.
Pasan quince años. Volvemos a las ruinas de la central nuclear. Pasan cosas. Venga que ya se va a ver algo. Un momento... ¡LLEVAMOS 35 MINUTOS DE PELI Y NO SE HA VISTO NI UNA UÑA DE MONSTRUO! ¡QUE SALGA YA, HOSTIES! Y sale... ¡una cucaracha gigante! No es Godzilla, pero es chula. LÁSTIMA QUE OCURRA DE NOCHE Y NO SE VEA UNA PUTA MIERDA.
Más metraje sin monstruo. Pasan movidas. Otra cucaracha. La cucaracha se acerca a Las Vegas. Es de día. Se ve. VENGA QUE ESTO PUEDE MOLAR, UNA CUCARACHA GIGANTE CARGANDOSE CASINOS TIENE QUE MOLAR.
¡Pues no!
Plano del antes y del después de la ciudad. Apenas unos segundos de destrucción. QUETEDENPORCULO.
En este punto ya has perdido el interés por la película y no te has dado ni cuenta de que lleva 55 minutos y AÚN NO HA SALIDO EL PUTO GODZILLA.
Pasa otro rato poco interesante con cameos de monstruos que no se ven por estar en la oscuridad y... ¡por fin, pelea gorda entre Godzilla y cucarachas gigantes! PERO VUELVE A SER DE NOCHE Y NO SE VE UN PIJO. Putos monstruos gigantes nocturnos. Son más aburridos que mi erizo.
En resumen: dos horas de peli en la que durante una hora y cuarenta no pasa nada y durante veinte minutos hay escenas con monstruos que no se ven porque es de noche.
El prota de Breaking Bad debería elegir mejor sus proyectos.
Os la podéis ahorrar.
